La revolución agrícola

 (1º CAP INDUSTRIALIZACIÓN)

La interpretación clásica de la industrialización señala la revolución agrícola como el factor previo para el despliegue industrial. Durante el siglo XVIII se produjeron en el mundo rural unas transformaciones para la industrialización.

Transformaciones en el sector agrario: 

   1. Leyes de cercamiento:

La mayoría de las propiedades en Gran Bretaña estaba en manos de la pequeña nobleza, (la gentry). Otra buena parte estaba dividida en campos abiertos (openfields), que permitían la explotación y uso comunal, para la alimentación del ganado, obtención de leña, etc.

Los cambios legislativos en el país constituyeron el primer paso en el desarrollo agrícola que se avecinaba. Una de las principales medidas que impulsaron el cambio fue la aprobación  por el Parlamento de las leyes de cercamiento, las cuales entraron en vigor a partir de 1760, que transformarían las antiguas tierras comunales en grandes propiedades privadas y valladas, esto hizo que ocurriesen una serie de efectos:

-Muchos de los campesinos sufrieron un empobrecimiento. Por ello muchos se marcharon a las ciudades en busca de nuevo trabajo, muchos de estos campesinos pasarían a formar parte del grueso del proletariado industrial. Además, esto incrementó la rentabilidad del campo, lo que impulsó la aplicación de novedades técnicas y de mejoras de métodos de cultivos gracias al aumento de las inversiones. Por último cabe destacar el resultado de los vallados con el ganado, provocó la estabulación del ganado y por ello generó un incremento de la rentabilidad.

   2. Los nuevos sistemas de cultivos:

A partir de 1730, el noble inglés Charles Townshend puso en marcha un nuevo sistema de cultivo que pretendía incrementar la productividad de la tierra. Para ello, aplicó el modelo de rotación cuadrienal, que logró la eliminación del barbecho mediante la plantación de plantas forrajeras, estas afianzaban los nutrientes del suelo y permitían aumentar la cabaña ganadera, cuyo estiércol, a su vez, servía de fertilizante para la tierra.

   3. Las innovaciones técnicas:

Durante el siglo XVIII surgieron novedades técnicas que aumentaron el rendimiento agrario. Fue el caso de la sembradora mecánica de Jethro tull.

Con ella se introdujo el sistema en hilera y se consiguió poner en cultivo
(Sembradora mecánica)
 amplias extensiones de terreno con poca mano de obra. Desde 1730 también se aplicó el 
arado de Rotherham, que facilitaba el tiro gracias a su forma triangular (mucho más fácil para ser tirado por los caballos)


Otras novedades tuvieron que ver con el uso de fertilizantes, propuesto por Thomas Coke, la mejora de la productividad mediante la selección de semillas o la mezcla de razas de ganado, así como el cultivo de nuevos alimentos procedentes de las colonias, como la patata o el maíz.


Los efectos de la revolución agrícola: 

La revolución agrícola duplicó la producción agraria en unas décadas, lo que tuvo efectos determinantes para la transformación que experimentó Gran Bretaña desde finales del siglo XVIII.

Estas transformaciones provocaron un excedente de la población; por un lado, los cercamientos dificultaron la subsistencia a los campesinos sin tierras; por otro, la tecnificación de la producción redujo las necesidades de mano de obra agrícola. Ambas circunstancias empujaron a muchos campesinos a buscar trabajo en las ciudades.

El traslado de los campesinos a las ciudades produjo un incremento de la población urbana y, en consecuencia, un aumento de las necesidades de abastecimiento de productos agrarios. Para aprovisionar a las ciudades se intensificaron los intercambios comerciales, favorecidos por una red de transporte densa y eficaz.

Animados por los beneficios, los propietarios de tierras aumentaron sus inversiones agrarias, tanto en nuevas técnicas como en herramientas y maquinaria. Además, el desarrollo de los sectores agrícolas y ganadero mejoró de forma muy significativa la alimentación de la población, lo que repercutió en un incremento demográfico. El aumento de la población favoreció el desarrollo de otros sectores como la industria harinera. 

Los beneficios de estas actividades derivaron en un excedente de capital que sería destinado a proveerlas inversiones necesarias para la industrialización.







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