La gran Depresión de 1929

 


La expansión económica de la década de 1920 había estado basada en el crecimiento de la industria (sobre todo de los sectores de la construcción, la electricidad y el automóvil) en la expansión de los servicios, tanto financiero como comerciales, y en la modernización y tecnificación del sector agropecuario.
El aumento de los préstamos y exportaciones a Europa provocó la subida continuada de la Bolsa, convertida en un escenario de enriquecimiento rápido al que acudían los pequeños ahorradores para multiplicar sus ahorros; la subida de las cotizaciones provocó el desvío de capitales de la economía productiva a las inversiones bursátiles y la expansión del crédito; todo ello desató una espiral especulativa que las autoridades monetarias no supieron atajar.

Así, desde 1928 aparecieron crecientes desajustes en la economía estadounidense y la prosperidad anterior se vio comprometida por la presencia de claros síntomas de agotamiento:
  • Sector agrario: surgieron dificultades provocadas por el elevado endeudamiento debido a las inversiones realizadas para mecanizar las explotaciones, en un nuevo escenario de bajada de los precios agrícolas por el incremento de la producción, lo que dificultó a los agricultores el pago de los créditos.
  • Sector industrial: presentó crecientes desajustes provocados por el encarecimiento del crédito, la ralentización del crecimiento, del consumo y el desvío de capitales hacia la Bolsa en perjuicio de la inversión productiva.
  • Mercado de valores: la especulación hizo que se comprasen a crédito las acciones, en la confianza de que los futuros beneficios cubriesen el endeudamiento. Fue un mecanismo perverso, que generó un círculo vicioso: la compra de acciones a crédito solo se sostenía en la confianza de que la Bolsa iba a subir de manera indefinida, por lo que un cambio de la tendencia podría desembocar en la ruina de los inversores
A pesar de estos síntomas, la euforia seguía presente en los instantes previos a la crisis; de hecho, en su último discurso Discurso sobre el estado de la Unión, en diciembre de 1928, el presidente Calvin Coolidge dio muestras de un exagerado optimismo sobre el futuro de la economía estadounidense; y esa visión triunfalista era compartida por su  sucesor en el cargo, Herbert Hoover


El crac de 1929

En la primavera de 1929, la economía continuaba mostrando señales negativas, con bruscas caídas de las cotizaciones seguidas de rápidas recuperaciones. Ante esa delicada situación, la Reserva Federa, se debatía entre alertar de los riesgos, lo que podría desatar el pánico y precipitar los acontecimientos, o subir los tipos de intereses para frenar el crédito, a riesgo de arruinar a los pequeños inversores, o permanecer a la expectativa en espera de la que la situación no empeorase. Esta fue la decisión que acabó tomando.

La situación empeoró: el jueves 24 de octubre las ventas de acciones se dispararon en Wall Street. La bolsa fue presa del pánico y algunos títulos llegaron a perder hasta dos tercios de su valor. Para intentar frenar la tendencia, los grandes inversionistas compraron de forma masiva los títulos despreciados, y la inversión masiva delos bancos consiguió frenar la caída al final de la mañana.

Sin embargo, lo peor estaba por llegar. Tras un pequeña recuperación, el martes 29 de octubre, el crac de la Bolsa de Nueva York estalló sin remisión.
Las órdenes de venta se multiplicaron y los valores bursátiles se desplomaron. De forma repentina, el dinero desapareció de la bolsa. Fue el inicio de una crisis que a punto estuvo de acabar con el sistema capitalista.



El comienzo de la Gran depresión

Tras el crac de la bolsa de Nueva York se produjo una reacción en cadena que afectó gravemente a todos los sectores de la economía:
  1. Quiebra del sector financiero. La crisis afectó al sistema financiero. Ante las dificultades económicas, los bancos dejaron de prestar dinero y reclamaron el pago de créditos a los ahorradores, arruinados por la caída de la Bolsa.
  2. Descenso del consumo. La ruina de los ahorradores provocó un inmediato descenso de la demanda, por lo que las empresas acumularon grandes stocks y tuvieron que disminuir o incluso detener su producción.
  3. Alza del desempleo. El freno de la producción disparó el desempleo, lo que redujo aún más la demanda de consumo y expandió la pobreza.
  4. Crisis agraria. La caída de la demanda provocó un descenso de precios que resultó catastrófico para el sector agrícola. Miles de campesinos incapaces de afrontar sus deudas fueron despojados de sus tierras.
Se había iniciado la Gran Depresión, que se prolongaría durante una década y que tendría graves consecuencias económicas, sociales y políticas.


La expansión de la crisis 

Europa estableció intensas relaciones de dependencia con Estados Unidos; de hecho, la recuperación económica europea se había sustentado en sus inversiones. Con la crisis, Estados Unidos redujo sus importaciones (lo que provocó una crisis de sobreproducción), paralizó las inversiones y repatrió sus capitales. Esto tuvo efectos dramáticos para la mayoría de las economías europeas, sobre todo en Austria y Alemania, cuyos sistemas bancarios se hundieron y donde el empleo cayó en picado. Por su parte, Reino Unido abandonó el patrón oro y devaluó la libra esterlina con el fin de hacer frente al estancamiento de su economía.

En América del Sur, la prosperidad de la región se basab en la exportación de materias primas y alimentos, mientras que la mayoría de los bienes de equipo y de consumo los importaban de Europa y de Estados Unidos. La contracción de la demanda redujo las exportaciones y comprometió el pago de las deudas públicas.



Las soluciones a la crisis. El New Deal

A Comienzos de la década de 1930, en Estados Unidos había catorce millones de desempleados. La caída de la demanda no pudo ser compensada por la reducción de precios, por lo que los stocks se acumularon y las empresas se vieron obligadas a cerrar o a reducir su producción. La desaparición masiva de empresas agravaba el círculo vicioso en el que desempleo no dejaba de crecer y el consumo seguía desplomándose.
El Gobierno del republicano Hoover se mostró ineficaz para afrontar la depresión. Sus políticas se limitaron a la aplicación de las medidas tradicionales, como el proteccionismo, el quilibrio presupuestario y la no intervención del Estado, que agravaron la crisis. Las ciudades se poblaron de barrios marginales, los hoovervilles

En 1933, venció en las elecciones el demócrata Franlin D. Roosevelt, quien puso en marcha un amplio programa para salir de la crisis conocido como New Deal. Suponía una nueva orientación económica que rompía con la tradicional inhibición del Gobierno en economía y la sustituía por un intervencionismo encaminado a corregir los desequilibrios e impulsar la actividad económica en épocas de crisis. Estas prácticas, tachadas de prosocialistas por los sectores ultraliberales, quedaron concretadas en las siguientes medidas:
  • Políticas financieras. Para favorecer las exportaciones se devaluó el dólar. Además, se emprendió la reforma del sector bancario y se fortaleció a la Reserva Federal con el fin de controlar las actividades de las entidades financieras y evitar el descontrol crediticio anterior a la crisis.
  • Políticas de estimulo productivo. En el sector industrial se favoreció la innovación tecnológica y se puso en marcha un amplio programa de subvenciones para relanzar la producción. En el sector agrario se elevaron los precios y se subvencionaron las exportaciones. Además, se diseñó un programa de obras públicas que contribuyó a reducir el desempleo y a relanzar la actividad económica.
  • Políticas sociales. Se puso en marcha un programa de ayudas y subsidios para desempleados con el fin de reducir las situaciones de extrema pobreza. Por otro lado, se promulgó la Ley de relaciones laborales para proteger la negociación sindical y se mejoraron las condiciones de trabajo mediante la reducción de la jornada laboral y el establecimiento de un salario mínimo.


El programa de Roosevelt resultó fundamental para paliar los efectos sociales más graves de la crisis, pues redujo el desempleo y estimuló la economía. Pese a ello, la actividad económica no se recuperó del todo.


Las soluciones a la crisis en Europa

En el año 1933 se convocó la Conferencia Económica Internacional de Londres, pero la iniciativa fracasó, ya que cada país buscó su propia salida a la mala situación económica:
  • Potencias coloniales. Los Estados que contaban con imperios coloniales, trataron de salir de la crisis con políticas proteccionistas que reservaban los mercados coloniales para sus productos
  • Potencias sin colonias. Los países que carecían de posesiones, desplegaron políticas económicas nacionalistas, llegando incluso al extremo de la autarquía, la militarización de la economía y la agresión del exterior.
  • Países del norte de Europa. De la mano de los partidos socialdemócratas, fueron pioneros en las políticas de intervención estatal en la economía para aplicar medidas de redistribución de la riqueza que sirvieron para el desarrollo de programas de protección social, como las pensiones, subsidios de desempleos.
La economía planificada soviética parecía estar srteando la crisis económica. Por otro lado, las potencias totalitarias también plantearon sus propios modelos económicos. En los países democráticos, el New Deal de Roosevelt o las políticas sociales de los países nórdicos proponían un modelo alejado del liberalismo clásico, sobre todo en la no intervención del estado.
Los planteamientos del economista británico John Maynard Keynes y su obra de 1936 Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero sirvieron de inspiración a estas políticas.

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