El proceso de urbanización
Desde el origen de las ciudades a la industrialización (s. XIX). La tasa de urbanización fue reducida (no superaba el 10%). Los factores que favorecían la urbanización eran estratégicos-militares (Toledo, Madrid), político-administrativos (Tarragona, Mérida), económicos (actividades artesanales y comerciales - Cartagena, Murcia) y religiosos (Santiago de Compostela). Este periodo se desarrolló a partir de las diferentes etapas históricas.
En la Antigüedad se inicia el urbanismo con la colonización fenicia y griega. La fundación de estas ciudades tenía un mercado comercial (Gádir o Ampurias). La romanización dio lugar a la fundación de numerosas ciudades (Barcelona, Zaragoza o Sevilla). Se unían a partir de calzadas y su finalidad era el control del territorio con fines militares y económicos. El establecimiento de los pueblos germánicos (visigodos) inició un proceso de ruralización y las ciudades perdieron peso.
En la Edad Media, en España destacó primero el urbanismo musulmán con la creación de nuevas ciudades (Madrid) y la revitalizaron de antiguas ciudades romanas (Córdoba y Granada), después, a partir del s. X, las ciudades cristianas se crearon de nueva planta o se reconquistaron otras, a partir del proceso de repoblación . La burguesía comercial fue la responsable del crecimiento económico que permitió la activación del urbanismo en los siglos posteriores, sobre todo en las ciudades portuarias (Bilbao, Barcelona, Valencia).
Durante la Edad Moderna el urbanismo mantuvo las pautas fijadas por sus periodos de crecimiento y de crisis. En el siglo XVI el aumento de la población permitió el crecimiento urbano. Destacaban las ciudades de Castilla (base financiera del imperio) y Andalucía (comercio con América). En el siglo XVII se estancó el urbanismo por la crisis económica. En el XVIII con la llegada de los Borbones se reactivó el urbanismo, especialmente en Madrid por el proyecto centralista de Felipe V que conectaba la capital con las ciudades comerciales periféricas (cantábricas y mediterráneas). En este periodo se configuró la red de carreteras.
La urbanización industrial
Se desarrolla desde el siglo XIX hasta la crisis económica de 1975. La tasa de urbanización experimentó un gran crecimiento. Los factores que intervinieron fueron la nueva división provincial (1833) que permitió el crecimiento de las ciudades capitales de provincia, y el desarrollo de la industria moderna. También en este periodo se distinguen varias etapas:
- Hasta mediados del s. XIX. La concentración demográfica en las ciudades fue escasa (24%). España todavía era un país rural.
- Desde mediados del s. XIX a la Guerra Civil. La tasa de urbanización casi se dobló (40%) relacionado con un mayor desarrollo industrial, especialmente durante los años veinte.
- Durante la Guerra Civil y la posguerra (1936-59) se ralentizó el crecimiento de la población y por tanto de las ciudades. La autarquía sí permitió el crecimiento de las ciudades de Barcelona, Bilbao y Madrid.
- En el marco del desarrollismo (1960-1975) se produjo el mayor crecimiento económico y urbano. La causa principal fue la expansión de la industria, y también el elevado crecimiento natural (baby boom). Especialmente crecieron las ciudades del cuadrante nordeste. El turismo permitió el desarrollo urbanístico de Baleares y Canarias. También se incrementó el urbanismo en las ciudades que el gobierno fijó como polos de desarrollo industrial (Sevilla - Cádiz - Huelva y Valladolid - Palencia - Burgos).
La urbanización postindustrial
Desde 1974, introdujo cambios significativos como la ralentización del ritmo de crecimiento urbano. Sin embargo, la tasa de urbanización es muy alta, 81%. Los factores de la urbanización estarán vinculados al proceso de terciarización de la economía, perdiendo peso la industria. Respecto al ámbito espacial, el casco antiguo pierde población que se asienta en la periferia, por tanto las ciudades se extienden ampliando el espacio circundante. Este proceso se denomina urbanización difusa. Las etapas de este periodo se rigen por la coyuntura económica. Entre 1980 y 2000 el crecimiento urbano se redujo considerablemente debido al descenso de la natalidad y al fin del éxodo rural. Afectó especialmente a las grandes ciudades. Entre 2000 y 2010, el crecimiento urbano experimentó un repunte gracias a la inmigración extranjera. Se beneficiaron sobre todo las ciudades medianas-pequeñas y las ciudades vinculadas al turismo.
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